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La explicación científica al hambre que sientes a mitad de la noche
07 May

La explicación científica al hambre que sientes a mitad de la noche

No es simple glotonería ni un mal hábito: todo depende de las reacciones de nuestro cerebro

Hay quien lo hace de vez en cuando y quien lo tiene por costumbre, pero son pocos los que consiguen resistirse a la tentación de 'asaltar' el frigorífico en mitad de la noche. Una extraña fuerza nos conduce hasta la cocina y nos invita a buscar algo de comer, incluso si hemos disfrutado de una deliciosa y abundante cena. ¿A qué se debe este impulso? Tal vez pensabas que es un mal hábito como cualquier otro, o que para alguna gente es complicado mantener el apetito bajo control. Pero hay algo más detrás de este comportamiento y la ciencia lo está investigando.

Según leemos en el blog Science Daily, un equipo de la Universidad Brigham Young (Utah, Estados Unidos) se ha propuesto analizar la cuestión, extrayendo algunas conclusiones interesantes. «Podríamos consumir excesivamente por la noche porque la comida no nos resulta tan provechosa, al menos visualmente, en ese momento del día. No resulta igual de satisfactorio comer por la noche, de manera quecomemos más para intentar quedar satisfechos», explica el autor principal del estudio, Travis Masterson.

Utilizando imágenes por resonancia magnética, los investigadores monitorizaron la actividad cerebral de varios sujetos mientras les exponían a distintas fotografías de alimentos. Los participantes en la prueba vieron 360 fotos en dos sesiones, una por la mañana y otra cerca de la noche, dejando una semana entre sesión y sesión. Entre los alimentos seleccionados había algunos bajos en calorías, como frutas, verduras y pescados; y otros altos en calorías, como dulces, helados y 'fast-food'.

Tal como preveían, los científicos registraron respuestas neuronales más intensas ante la comida alta en calorías. Sin embargo, les sorprendió observar que el énfasis de las reacciones vinculadas a la satisfacción esmenor al final del día. Más allá de nuestro nivel de hambre o de cómo de saciados podamos sentirnos, nuestro cerebro no experimenta la misma sensación de provecho por la mañana y por la noche. La búsqueda de ese sentimiento es lo que podría llevarnos a comer de madrugada.

Con todo, los investigadores matizan que todavía se encuentran en una fase preliminar de su trabajo. Necesitan tiempo para ahondar en las pruebas y comprender más profundamente estos descubrimientos. Su objetivo ahora es determinar el impacto en el comportamiento alimentario de estas respuestas neuronales; y de este modo usar los datos en tratamientos de control de peso. Por el momento, cuando sientas la 'llamada nocturna del frigorífico', recuerda que tu cerebro podría estar engañándote.

Referencia: ABC
 


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